Hoy no es tristeza mi compañera.
Hoy la
soledad me abraza.
Hoy hay un
nuevo sentimiento en mi interior.
Hoy el
delirio y la locura trastornan mí alrededor.
Hace noches
ya, vi el sol caer.
Oh cuan
defensor intento, cuidar de su luna.
Cual
cobarde y ruin, cayo como un niño.
En el regazo
de la montaña se escondió sin pedir ayuda.
Ya van días
sin dormir, la ilusión lo encarcela.
Pobre pájaro
sin alas, rondando la acera,
tiene miedo
a volar, aun sin ver sus alas cae.
Cuál
quimera se convirtió su triste realidad.
Las
palabras de la flor, ni las estrellas podrán callar.
El viento
absorbe los ruidos de un corazón escondido.
Inocente
alma sin consuelo, el coraje te construye
alrededor
de ti una muralla, la visión te ciega.
Pero que
digo a vuestros ojos,
si el peor
mal de la desesperanza es ver sin ver.
Entiende y
llora, acepta y suplica, intenta y falla.
Verbos en
el aire, no hay coherencia, la locura llega.
Y al fin el
canto se despide, sin haber cambiado,
ritmo
desentonado que entuna la sombra.
La luz
resplandece al final del camino,
sin embargo
él sin mirar camina.
Y así,
noche tras noche,
cada acción
se convierte en dolor,
cada dolor
en agonía, la agonía en delirio
y el delirio
en coraje.