Detrás del monte se encuentra
aquel bosque y lago
de un pasado escondido
donde los cisnes nadan al viento.
Los árboles aun arden
por su musa perdida.
Los animales aun lloran la partida
de su antigua vida.
Un deseo, una ilusión surcan el aire.
Danzan, se mueven sobre los seres.
El dulce viento camina
entre las cenizas de su viejo sendero.
En el fonda su escucha un crujido.
Una esperanza nueva brota
entre los escombros de cristal
caídos desde las ultimas cataratas.
Antigua destrucción que el ardor ha dejado.
Un año pasado atrae los sueños.
Un arbusto enseña su rostro a la luz.
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