Quizás las
flores perecerán,
pero mi
amor por ti perdurará.
El rocío de
la primavera
alimentará
los botones de esperanza.
Quizás me
quede sin palabras,
pero el
silencio será mi oda a tu corazón.
La musa del
río fluye de la roca
al socorro
del bosque incendiado.
Quizás el
tiempo y la distancia separen nuestros cuerpos,
pero ni el
océano mas grande apartara nuestras almas.
La pobre
oruga huye arrastrándose entre las hojas
de la
parvada enemiga, esperando el futuro prometido.
Quizás las
imágenes falten,
pero
nuestros recuerdos nos nutrirán.
La luna se
refleja en el lago cristalino,
escarcha de
plata cayendo del cielo.
Te has
vuelto mi poesía,
mis versos
ya no me pertenecen.
Tu sonrisa
se ha robado mi aliento.
Cantaré día
y noche a tu amor bella niña.